El cabecita negra (Spinus magellanicus)

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Introducción

El cabecita negra (Spinus magellanicus) es un pájaro fascinante y muy valorado dentro del género Spinus, conocido por su canto melodioso y su comportamiento enérgico. Este artículo explora a fondo las características de esta especie, incluyendo su distribución geográfica, descripción física, y las diversas subespecies que existen. También se analiza el impacto de las mutaciones genéticas, como la Dilución Sudamericana, y su importancia en la cría en cautividad. Además, se examinan su comportamiento, dieta, reproducción y las amenazas que enfrenta en la naturaleza. Conocer en detalle estas facetas del cabecita negra es esencial tanto para los entusiastas de la avifauna como para los criadores que buscan preservar y fomentar esta magnífica especie en sus aviarios.

Cabecita Negra (Spinus magellanicus)

El cabecita negra es uno de los pájaros más populares dentro del género Spinus. Es muy apreciado tanto por su canto melodioso como por su carácter inquieto pero dócil, lo que lo convierte en una elección popular entre los criadores de aves en todo el mundo, especialmente en Europa y América del Sur. Junto a otros espinus sudamericanos como el cardenalito de Venezuela (Spinus cucullatus), el negrito de Bolivia (Spinus atrata) y el lúgano europeo (Spinus spinus), se ha consolidado como una de las especies más criadas en aviarios.

Distribución Geográfica y Hábitat​

El cabecita negra tiene una distribución geográfica muy amplia que se extiende desde el sur de Ecuador, pasando por Perú, Bolivia y Chile, hasta Brasil, Argentina, Uruguay y el sur de Venezuela. Se adapta a una variedad de hábitats, desde zonas costeras hasta las alturas de la cordillera andina, alcanzando los 5,000 metros sobre el nivel del mar. Se le encuentra en bosques, matorrales, áreas semiabiertas y también en zonas urbanas.

Descripción Física y Comportamiento​

De tamaño pequeño, el cabecita negra mide entre 11,5 cm en la subespecie más pequeña y hasta 13,5 cm en la más grande. Aunque su apariencia es compacta y robusta, no es un ave estilizada. Es de carácter inquieto, siempre en movimiento y tiende a posarse en el frente de la jaula, donde incluso puede dormir agarrado a los barrotes. Su comportamiento es similar al de otros espinus, como el lúgano europeo, manchando a menudo los barrotes con sus excrementos.

Dimorfismo Sexual​

  • Machos: Presentan una capucha negra brillante bien delimitada que se extiende hacia el pecho. El cuello muestra un semi-collar amarillo limpio interrumpido en la nuca.
  • Hembras: La cabeza es verde con estrías en la parte superior. Las mejillas y la garganta son más claras con un leve tono gris. El lipocromo en las hembras es menos intenso comparado con los machos.

Subespecies del Cabecita Negra​

Existen 11 subespecies reconocidas, cada una con ligeras variaciones en tamaño y coloración:
  1. Spinus magellanicus magellanicus: Sureste de Argentina y Uruguay.
  2. Spinus magellanicus bolivianus: Centro y sur de Bolivia, la de mayor tamaño entre las subespecies.
  3. Spinus magellanicus capitalis: Centro y sur de Colombia, Ecuador y noroeste de Perú.
  4. Spinus magellanicus ictericus: Sureste y centro de Brasil, este y sur de Paraguay.
  5. Spinus magellanicus paulus: Región costera del sureste de Brasil.
  6. Spinus magellanicus longirostris: Perú y oeste de Bolivia.
  7. Spinus magellanicus alleni: Centro y sur de Venezuela.
  8. Spinus magellanicus urubambensis: Andes peruanos, desde Cusco hasta Puno.
  9. Spinus magellanicus santaecrucis: Este de Bolivia y noreste de Argentina.
  10. Spinus magellanicus tucumanus: Norte de Argentina, especialmente en la región de Tucumán.
  11. Spinus magellanicus hoyi: Suroeste de Brasil, noroeste de Argentina y Paraguay.

Mutaciones y Variaciones Genéticas​

Una mutación notable en el cabecita negra es la Dilución Sudamericana, originada en Argentina. Esta mutación altera la melanina, especialmente la eumelanina concentrada y dispersa, diluyéndola y creando un tono negro opaco en la capucha y plumas. Su herencia es semidominante y ligada al sexo, lo que provoca que los fenotipos varíen dependiendo del cruce entre los progenitores.

Herencia de la Mutación Dilución Sudamericana:
  • Macho simple dilución x hembra clásica:
    • 25% machos clásicos
    • 25% machos simple dilución
    • 25% hembras clásicas
    • 25% hembras doble dilución
  • Macho simple dilución x hembra doble dilución:
    • 25% machos simple dilución
    • 25% machos doble dilución
    • 25% hembras clásicas
    • 25% hembras doble dilución
  • Macho clásico x hembra doble dilución:
    • 50% machos simple dilución
    • 50% hembras clásicas
  • Macho doble dilución x hembra clásica:
    • 50% machos simple dilución
    • 50% hembras doble dilución
  • Macho doble dilución x hembra doble dilución:
    • 50% machos doble dilución
    • 50% hembras doble dilución
El patrón de herencia es peculiar ya que tiende a producir un número elevado de individuos mutados, especialmente machos, en comparación con otras mutaciones. Los machos pueden presentar dilución simple o doble, mientras que las hembras solo presentan la dilución simple debido a su genética (Zw), manifestando un fenotipo similar al de los machos con dilución doble.

Impacto y Comparación con Otras Mutaciones​

La mutación Dilución Sudamericana se diferencia notablemente de otras mutaciones como la pastel y jaspe, especialmente en la forma en que afecta la melanina y la apariencia externa del ave. La capucha negra opaca y las plumas con dilución no homogénea son características únicas de esta mutación. Además, en ejemplares de doble dilución, las plumas pueden mostrar patrones similares a ocelos, dándole un aspecto distintivo.

Importancia de la Cría en Cautividad​

La cría en cautividad es esencial para la preservación de esta especie y sus mutaciones, ya que permite asegurar su supervivencia y continuar explorando nuevas variaciones genéticas. Incorporar ejemplares mutados en los aviarios no solo enriquece la diversidad, sino que también fomenta la participación en certámenes y exposiciones, elevando el perfil de estas aves en la ornitocultura deportiva.

Hábitat y Comportamiento​

El cabecita negra se adapta a diversos entornos, desde bosques y sabanas hasta áreas montañosas y urbanas. Prefiere regiones con abundante vegetación y fuentes de agua, siendo común verlo en bandadas durante la mayor parte del año, excepto en la época de reproducción.

Son aves sociables y activas, y los machos son especialmente conocidos por sus cantos para atraer a las hembras y marcar su territorio durante la temporada de cría.

Alimentación​

El cabecita negra es principalmente granívoro, alimentándose de semillas de plantas herbáceas, arbustos y árboles. Sin embargo, su dieta también incluye insectos pequeños, especialmente durante la temporada de cría cuando las proteínas son esenciales para el desarrollo de los polluelos.

En cautiverio, es importante ofrecerle una dieta equilibrada que incluya una mezcla de semillas como mijo, alpiste y negrillo, complementada con vegetales frescos y ocasionalmente pequeñas cantidades de insectos o larvas para asegurar un buen aporte proteico.

Comportamiento y Reproducción​

El cabecita negra es un ave social, que fuera de la temporada de cría, se agrupa en bandadas para alimentarse y desplazarse. Durante la temporada de reproducción, que suele comenzar en primavera, los machos se vuelven más territoriales y comienzan a cantar para atraer a las hembras.

La construcción del nido es una tarea que generalmente recae en la hembra. El nido suele estar hecho de fibras vegetales, ramitas y otros materiales disponibles en su entorno, y se ubica en arbustos o árboles a cierta altura para proteger a los huevos de posibles depredadores.

El tamaño de la puesta suele ser de 3 a 5 huevos, que la hembra incuba durante aproximadamente 13 a 15 días. Los polluelos nacen desnudos y ciegos, y dependen completamente de sus padres durante las primeras semanas de vida. Abandonan el nido a los 15 o 20 días, pero siguen siendo alimentados por los padres hasta que son completamente independientes.

Conservación y Amenazas​

Aunque no se considera una especie en peligro de extinción, las poblaciones del cabecita negra pueden verse afectadas por la pérdida de hábitat y la captura ilegal para el comercio. Promover la conservación de sus hábitats y el manejo adecuado en cautiverio es esencial para mantener las poblaciones saludables.

El Cabecita Negra en la Canaricultura​

En el ámbito de la canaricultura, el cabecita negra es apreciado tanto por su canto como por su apariencia. Mantenerlo en cautiverio requiere un entorno adecuado que incluya una jaula espaciosa, una dieta equilibrada y condiciones que simulen su hábitat natural.

Es importante ofrecerle un ambiente tranquilo y sin estrés, con temperaturas moderadas y buena exposición a la luz solar para mantener su salud y bienestar. Además, para fomentar la reproducción en cautiverio, se deben seguir técnicas de cría cuidadosas, asegurando que los polluelos reciban el cuidado adecuado durante las primeras semanas de vida.

El cabecita negra (Spinus magellanicus) es un tesoro de la avifauna sudamericana, un ave fascinante que destaca por su belleza y comportamiento. Su popularidad entre los criadores no es casualidad: su capacidad de adaptación, su canto y su sociabilidad lo hacen una especie ideal tanto para la observación en la naturaleza como para la canaricultura. Conocer más sobre sus subespecies y sus necesidades es clave para garantizar su bienestar y conservación.

Con su llamativo plumaje, su melodioso canto y su comportamiento social, es una especie que sigue fascinando a ornitólogos y criadores por igual. Su conservación y correcto mantenimiento en cautiverio son esenciales para asegurar su presencia en los ecosistemas y en nuestros aviarios por muchos años más.
 
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